Un partido en la cumbre que se nos escapa.
Pero ganar era bastante difícil, pues con los efectivos que fuimos al partido creo que hicimos un papel muy digno.
Todos los jugadores aportaron su granito de arena y sus puntos, porque todos metimos alguna canasta. Si, si, porque aunque metimos pocos puntos estuvieron todos repartidos, la verdad es que no se quien fue el más anotador de los 6, porque si no lo sabíais solo fuimos 6, y qué 6, 4 pívot y 2 bases, de hecho como muchos sabréis en los partidos de la ACB al principio del encuentro ponen las alturas del quinteto y sacan la media, pues en nuestro caso no lo hicieron con la altura sino con otra medida, creo que la media del equipo era unos 95 kilos uno arriba o abajo, si una vez corrimos un contraataque los cinco y me pareció ver temblar los cristales de las ventanas. Aunque había uno en el equipo contrario que nos tenia asustados a todos,(menudo animal).
Por ahí, hay un pimpollo que se ríe un poquito del paupérrimo marcador que alcanzamos. Pues yo creo que no estuvo nada mal y además les aguantamos hasta nuestro maldito tercer cuarto, de hecho al descanso ganábamos de uno, pero como diría uno que yo conozco: Caímos por nuestro propio peso (nunca mejor dicho).
Bueno, me despido comentando la mejor jugada del partido: Era la última jugada de ellos y va el capullito de turno (el Balle) y se tira un triple de ocho metros y me lo mete en la cara. Pues por capullo, en la siguiente jugada voy y le hago mi archifamoso caño entre las piernas dándole un pase a “Piernitas de cristal”. Luego, después de pedírselo dentro del área casi por escrito, me lo devolvió y cuando entré a canasta y me vino el pívot contrario se la pase a “Hulk” que, aunque pudiendo machacar el balón en el aro, (pues le había dejado solo ante el aro con mi pase) se le ocurrió devolvérmelo con un pase por la espalda y al final la tiré y…fallé. Estaba claro que después de tanto marear el balón no podía entrar.